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Bruno y Papá Noel

por Marina Ricart (*)

Esta historia me la contó una maestra del Jardín hace mucho tiempo y que pasó hace más tiempo todavía. El padre Bruno tenía lo que se puede llamar una obsesión: no quería que las maestras del Nivel Inicial le hablen de Papá Noel a los chicos. Y que en el Jardín no haya nada alusivo como gorros rojos, barbas blancas, ni hablar de que alguien se vistiera de Santa Claus y reparta regalos, como algunos padres proponían hacerlo.

Bruno siempre insistía en que se profundice el hecho del nacimiento de Jesús, la historia del pesebre, pero nunca hablar de Papá Noel. Era notorio cómo cuando iniciaba noviembre, Bruno se acercaba al Jardín y como un secreto a cada maestra que se cruzaba, le recordaba que la prioridad es el Niñito Dios, que motiven para que en cada casa haya un pesebre y que los chicos vivan esa época linda para pasar en familia, esperando Navidad, pero de Papá Noel, ni una palabra.

Las profes le contestaban que los chicos hablan de eso, que la realidad en todas las familias era que se escribían cartitas, que los nenes lo esperaban en Nochebuena, pero él estaba empecinado: “Que no se toque el tema, siempre hablen sobre el Niño Jesús!” 

Pero un día pasó lo que tenía que pasar: 

En una celebración de fin de año, cuando todos los niños estaban reunidos en la Capilla escuchando la bendición del padre Bruno y su reflexión sobre la Navidad, preguntó al grupo cómo estaban viviendo ese tiempo. Un pequeño levantó la mano y dijo entusiasmado “Yo estoy esperando que terminen las clases para que Papá Noel me traiga muchos regalos”. En un segundo, a nuestro querido sacerdote le cambió la expresión de felicidad de su rostro. “¡Ese gordo no existe!” dijo entre dientes lleno de bronca, sólo quienes estaban cerca pudieron escucharlo y entender lo que decía.

El padre Bruno, cual Quijote, luchó y luchó para que no se perdiese el verdadero sentido de la Navidad, una festividad que es mucho más que una estrategia de marketing.


(*) Marina Ricart es maestra del Nivel Inicial del Colegio Sagrado Corazón de Rosario desde 2006