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El P. Bruno, discípulo-misionero de Bétharram
por el P. Gaspar Fernández Pérez, scj
Conocí al P. Bruno en 1980 cuando, enviado por la Congregación, llegué al Colegio San José de Buenos Aires, donde trabajé en la catequesis y en la pastoral. En noviembre de ese año fui ordenado sacerdote, en ese momento el P. Bruno era Director del Sagrado de Rosario.
Pronto con el P. Paco, con el P. Bruno y el P. Enrique Miranda organizamos diferentes actividades para los jóvenes a nivel Provincial: la misión, primero en Santiago y después en Catamarca, la experiencia de Calamuchita, el Canjumita, donde celebrábamos “el día de la primavera” con los jóvenes betharramitas, que casi siempre lo hacíamos en Rosario, porque Bruno era muy eficiente para organizar con padres, exalumnos y “papuchos” del Colegio la infraestructura y la comida en el campo de deportes del Colegio de Rosario. Cómo olvidar la actividad de Bruno en esas experiencias, implicando a todos y limitando sus horas de sueño.
El P. Bruno era el presidente de la Comisión de Educación y tuve la dicha de colaborar con él y con otros religiosos y laicos en la elaboración del “Ideario Betharramita”, instrumento que recogía los fundamentos doctrinales, humanos, cristianos y pedagógicos de todos los colegios de la Congregación en Argentina y Uruguay. A partir de ahí, se siguió la reflexión con los cargos directivos y los catequistas en dos jornadas especiales durante el año escolar, que posteriormente se concretó en una reunión anual antes de empezar el año, primero en Calamuchita y posteriormente en Pilar. Colaboramos mucho en implicar a los laicos en Cargos directivos y de representación legal.
El Superior General de la Congregación nombró al P. Bruno como Superior Provincial de Argentina y Paraguay. Yo participé en su consejo y el P. Bruno se implicó como él sabía en dar continuidad a todos los proyectos que había en la Provincia, sobre todo a la Pastoral educativa y a la misión de Catamarca. El P. Enrique Miranda lo reemplazó como Superior y Director del Sagrado de Rosario. En el Capítulo general de 1999, el P. Bruno fue elegido consejero del superior general y coordinador de América Latina dando continuidad a las actividades comunes, animadas primero por el P. José Mirande y yo mismo. Se organizaban encuentros con participantes de las tres provincias de Brasil, Paraguay y Argentina-Uruguay: Los ELAB (Encuentros Latinoamericanos de Betharramitas), encuentros de formadores, de jóvenes seminaristas, de docentes, de párrocos, de superiores, de laicos y la misión conjunta de Bolivia.
En el Capítulo general de 2005, yo fui elegido Superior General y el P. Bruno fue elegido de nuevo Consejero general para la Misión. La experiencia que habíamos tenido en la coordinación de América Latina fue una de las experiencias, junto con la reducción cada vez mayor de los religiosos en la Congregación, que llevó en ese Capítulo General a la decisión de organizar la Congregación en Regiones a partir del Consejo de Congregación en Bangalore (India), en 2007. El 1º de enero de 2009 empezaron a funcionar las tres regiones: San Miguel Garicoits, con los vicariatos de Francia, Italia, Tierra Santa, Costa de Marfil y Africa Central; la Región Padre Augusto Etchecopar, con los vicariatos de Argentina-Uruguay, Paraguay y Brasil; y la Región Santa Maria de Jesús Crucificado, con los vicariatos de Inglaterra, Tailandia e India.
Esta nueva organización de la Congregación en Regiones y Vicariatos nos pedía revisar la Regla de Vida de la Congregación. Después del Capítulo de 2005, el P. Bruno se incorporó a la comisión encargada de ese trabajo de revisión en representación del Consejo General. Esta Comisión aprovechó para actualizar el vocabulario de la Regla de Vida, incorporando la reflexión sobre la vida religiosa después del Concilio Vaticano II y la nueva organización de la Congregación en Regiones y vicariatos. La nueva Regla de vida, redactada por esta comisión en la que participó el P. Bruno, fue votada en el Capítulo General de 2011 que celebramos en nuestra casa de Belén y del que también participo el P. Bruno. La Santa Sede aprobó el nuevo texto de la Regla de Vida en 2012.
Para mí ha sido una gracia de Dios trabajar con el P. Bruno en la pastoral educativa y pastoral juvenil en Argentina haciendo el camino hacia la responsabilización de los laicos en la dirección de los distintos colegios de la Congregación. En el Consejo Provincial de Argentina, animando la vida religiosa de las comunidades y de la pastoral de las mismas, en la coordinación de las tres provincias de Argentina-Uruguay y Brasil; en el Consejo General en los años en que se decidían cambios importantes para la Congregación. La palabra de Bruno era siempre importante y tenida en cuenta por su realismo y pasión, así como por el amor hacia la Congregación que siempre manifestó.
(*) el P. Gaspar Fernández Pérez scj, fue Superior General de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram