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Los pibes y el ascensor

por el Prof. Raúl Rodriguez (*)

Siempre fue admirable la vitalidad del Padre Bruno.

La Congregación planificaba todos los años el “Camjumita”: el Campamento de la Juventud Misionera Betharramita, que se organiza generalmente en Rosario o en Buenos Aires y congrega a adolescentes y jóvenes de varias comunidades durante todo un fin de semana. Una de las veces que se realizaba en el Sagrado Corazón de Rosario, Bruno se encargó de poner en condiciones las aulas para recibir al Encuentro esa tarde y luego de terminadas las clases de la mañana pidió ayuda para vaciar unos salones del primer piso del Colegio y organizar allí los dormitorios destinados a que los participantes desplieguen sus colchonetas y bolsas de dormir.

Como el Colegio San Miguel, situado al lado del Sagrado, a esa hora seguía con la extensión horaria para sus alumnos, convocó a los de sexto y séptimo grado.

Al llegar a la galería para acceder a los pisos superiores, los chicos descubrieron que allí había un ascensor y todos querían subir por ahí. Menudo problema sería un grupo de 20 alumnos subiendo y bajando y peleando para ver quién subía primero y amontonándose en el pequeño ascensor del Colegio.

Allí estaba Bruno y los desafió: “¡Vamos por las escaleras, les juego una carrera!”. Y todos se lanzaron a subir rápidamente, sorprendiéndose al ver cómo el cura también corría con ellos. Algunos no lo conocían y preguntaban quién era ese hombre que subía las escaleras a los saltos. Todo el trabajo se concretó fácilmente, los salones quedaron vacíos en poco tiempo y en minutos ya estaban listos los dormitorios para el encuentro.

Este simple hecho reafirmó una vez más la capacidad de liderazgo del P. Bruno. Se encontró con una situación peligrosa que había que resolver rápidamente y no lo solucionó gritando, con retos, amonestaciones, ni siquiera dando órdenes. Resolvió todo cambiando el enfoque del problema y alentando a jugar y ayudar. Con él también jugando y trabajando, mostrando una laboriosidad incansable que contagiaba, con la palabra y la acción como bandera. Siempre a par, eso era Bruno.


(*) el Prof. Raúl Rodriguez es director del Colegio San Miguel Garicoits de Rosario desde 2008